¿Es la dieta cetogénica compatible con el fitness?
Podemos prepararnos o podemos intercalar el fitness y el culturismo con la dieta que nos sea más favorable a cada uno, ya sea alta o baja en carbohidratos, ya que la importancia real de nuestro protocolo alimenticio es el que mejor se adapte a nuestra rutina diaria. Al final de cuentas nuestro estilo dietético se tiene que adaptar a nuestras necesidades, metabolismo y estilo de vida. Pero cuando hablamos de competición o de optimizar el crecimiento muscular, es muy distinto.
Lo que ocurre en el mundo competitivo a nivel profesional de culturismo natural, es que la gran mayoría de culturistas naturales se posicionan en lo más alto del circuito, siguen dietas relativamente altas en carbohidrato y moderadas o bajas en grasa. Lo que ocurre es que el músculo está hecho por un 60-70% de agua y la capacitación de agua está vinculada con el glucógeno, por esto los cambios son más drásticos, visualmente hablando y se consiguen con un aporte óptimo de carbohidrato.
Normalmente las estrategias más modernas priorizan al carbohidrato a lo largo de toda la preparación por estas razones:
1. Porque el tipo de demanda energética que solicita la actividad de hacer pesas en un rango de repeticiones medios-altos que generan una activación de metabolismo anaeróbico láctico, por lo que demanda glucógeno y entonces, aportamos un sustrato energético que es el principal demandado durante nuestra actividad física.
2. Porque el carbohidrato es lo que más poder tiene de conservar la masa muscular durante todo ese proceso

Lo que sucede cuando no le estás aportando carbohidrato en forma de comida, es que el cuerpo produce sus propios carbohidratos. El carbohidrato que no le damos lo crea a partir de la grasa almacenada, pero también de la proteína dietética o bien de la proteína muscular a través de la gluconeogénesis. No es nada óptimo para el culturismo, porque lo que nos vamos a encontrar es una situación en la que el músculo va a estar casi siempre vacío.
Por último, con el tema del ayuno intermitente, no hay evidencias de que haya una gran diferencia en los resultados entre hacer tres comidas o hacer cinco o seis. Pero cuando hablamos de una preparación, de un déficit extremo, es muy improbable que nosotros podamos compensar todo el catabolismo que se genera durante toda la fase de ayuno con una pequeña ventana de anabolismo que generemos cuando podamos comer.
El ayuno intermitente puede funcionar cuando una persona maneja calorías súper bajas y entonces va a notar más saciedad haciendo una buena comida que comiendo poco cinco veces al día, mientras que una persona que maneja muchas calorías se va a quedar empachada de comerlas todas de un tirón, esto por no hablar de la asimilación deficiente.